Recorrido
Actualmente las celebraciones se hacen en fin de semana (según el calendario acordado con la coordinadora AHIK para todos los carnavales).
Ilarduia
El sábado comienza con una alubiada con sacramentos.
Después de comer, tras el toque del cuerno y el grito de ¡PORRERO! comienzan a hacer la ronda, pidiendo dulces o bebida, en tres casas acordadas previamente para recorrer el pueblo… También simulan un robo en un pajar.
Tras la ronda se baila la Ipurdidantza o San Petrike. En círculo, los Porreros se preparan para la danza y reunir a los participantes. Los Porreros se colocan en dos filas para salir de la localidad al ritmo de la danza “Asparrenako Martxa” (de Pinttu).
Tras la danza, van cantando y bailando por todo el camino, mientras los ceniceros azuzan a los niños. El “Hombre de Paja” es transportado en burro.
En la muga los Porreros se dividen en dos grupos, uno frente al otro, tras el Porrero Mayor de Ilarduia. Se baila parte de la “Asparrenako Martxa”, con dos pikas y dos bolants. Posteriormente, el Porrero Mayor de Ilarduia cede la makila de mando al Porrero Mayor de Egino. A partir de ese momento, él será el responsable de conducir al grupo del Carnaval hasta Egino.
Egino
Una vez allí repiten la ronda, pidiendo en tres casas elegidas estratégicamente para recorrer todo el pueblo.
Se traslada al Hombre de Paja del burro a un carro tirado por dos personas disfrazadas de bueyes.
La Sorgin-dantza, en la plaza pone el broche de oro en la estancia en Egino.
Después se descansa y recuperan fuerzas con torrijas y el chocolate.
Es el momento del atardecer, cuando se inicia la subida a Andoin. En la oscuridad los Porreros recogen las antorchas para ver y ser vistos y marcar el camino en la última parte del recorrido.
En la muga Egino-Andoin se repite el ritual de la entrega de makila: el Porrero Mayor de Egino se la cederá al Porrero Mayor de Andoin. En un momento inconcreto aparece un extravagante personaje (el hombre sangriento), de figura demoníaca, causando pavor entre los niños.
Andoin
El grupo realiza la ronda por el pueblo pidiendo en las casas y finalmente llega a la plaza del pueblo, donde está ya empalado el Hombre de Paja en la estaca de la hoguera, preparada con las Ulagas. Las luces del pueblo se apagan.
El Cura, flanqueado por los Monaguillos, comienza el sermón acusatorio. Al Hombre de Paja se le acusa de todos los males acontecidos en estas tierras. Él es el culpable de todo, o al menos así lo dictamina la sentencia.
Finalizada la lectura, el fuego surge en la hoguera y todos comienzan a bailar con gran alboroto y alegría, alrededor de enorme hoguera mientras suenan las dantzas: «txula-lai» «valls» ,» jota» «fandango» «arin-arin» «kalejira». Una vez que el “Hombre de Paja” está quemado, toman una ronda de pintxos y van a cenar.
Los disfraces de los “Porreros” se elaboraron por las mujeres de los tres pueblos. Las abuelas instruían y daban las pautas para cortar y coser todos los disfraces de cada uno de los personajes que conforman el carnaval.
El “Hombre de Paja” se prepara cada año con anterioridad al día de carnaval, por los vecinos de Egino. Basándose en la información recogida sobre los antiguos Carnavales. En los eventos participan todos los habitantes de las tres localidades, a los que se les suman los visitantes.